La muerte repentina e inesperada de un ser querido es una experiencia difícil de afrontar ya que nadie se espera un suceso así. Aunque todos sabemos que la muerte es parte de la vida de todos, la muerte repentina de un ser querido seguirá siendo emocional. Es importante comprender que el duelo afecta a todos de manera diferente. Durante el proceso de duelo, es probable que experimentemos varias respuestas emocionales diferentes. El duelo puede afectar tanto nuestro bienestar psicológico como físico.
El tiempo que lleva aceptar la muerte inesperada de un ser querido será diferente para todos. A medida que comenzamos a sentirnos mejor y avanzamos en nuestro viaje de duelo, es bastante común sentirse abrumado. Aunque nadie puede comprender realmente el dolor que podemos estar sintiendo, existen ciertas medidas que podemos tomar para facilitar el proceso de duelo.
Aquí te mostramos algunos consejos útiles para lidiar con el dolor y la muerte repentina de un ser querido.
Debemos de comprender que será un momento emocional.
Cuando un ser querido fallece inesperadamente, lo más probable es que experimentemos un torbellino de emociones. De hecho, es bastante común sentir cosas como conmoción, enojo, incredulidad, tristeza e incluso culpa.
Todos los que se han visto afectados por esta pérdida también sentirán algunas o todas estas emociones. Es importante comprender que el proceso de duelo no sigue una línea de tiempo o una lista de pasos específicos. Todos llorarán a su propio ritmo y es posible que algunos de nosotros solo experimentemos algunas de las emociones mencionadas anteriormente. Es importante comprender que el hecho de que alguien no muestre sus emociones de cara al exterior no significa que no sienta un dolor inmenso por dentro.
Independientemente de las emociones que sintamos, debemos comprender que a medida que nos despedimos y transcurre el tiempo poco a poco nos iremos sintiendo mejor lo cual no significa que nuestro dolor lo llevemos por dentro.
Comunicarnos con otras personas puede ayudarnos de manera positiva.
Cuando se trata de la muerte repentina de un ser querido, hablar con otras personas puede ser muy beneficioso para nosotros. Estar cerca de otras personas no solo será reconfortante, sino que también puede ayudarnos a que nuestro dolor sea más llevadero. Hablar con otras personas y amigos nos beneficiará de manera positiva. Podemos compartir nuestros sentimientos con otras personas que están experimentando el mismo dolor. Podemos rememorar los recuerdos del difunto. Hablar sobre las experiencias positivas que compartimos puede ayudarnos a sentirnos mejor. Además, es una excelente manera de ofrecer y recibir el apoyo emocional que necesitamos durante este difícil momento.
No dudes en buscar ayuda profesional si aparecen problemas psicológicos o físicos.
Si experimentas alguno de los síntomas psicológicos del duelo o síntomas físicos como problemas para dormir o falta de apetito, no temas buscar ayuda profesional. Cuando un ser querido muere repentinamente, puede ser una experiencia traumática. En lugar de permitir que los síntomas empeoren o se conviertan en un problema de salud mental mayor, es importante buscar asesoramiento si creemos que lo necesitamos.
Apoyarnos en un profesional de la psicología puede ayudarnos a superar las emociones con las que estamos lidiando.
Llega un momento en que la soledad se apodera de nosotros, las llamadas no son tan frecuentes… Es hora de volver a la vida cotidiana. Puede sonar duro, pero volver a nuestras rutinas diarias puede ayudarnos a aliviar nuestro dolor. Cuando ocurre una muerte, la vida continúa para el resto del mundo. Debemos comprender que al volver a nuestra rutina habitual, nos sentiremos mejor.
Debemos volver a nuestra rutina y a la rutina de nuestros hijos, nuestro trabajo, actividades de nuestros hijos…nos ayudarán a sentirnos mucho mejor y será beneficioso para hacer no tener nuestra cabeza siempre impregnada del dolor de haber perdido a nuestro ser querido de una manera tan inesperada.
Deja una respuesta