El otoño ha llegado para acompañarnos en unos meses, una estación que indica muchos cambios no solo a nivel metereológico sino que también nos provoca cambios en las personas tanto a nivel físico como mental. Las tardes de viento, nubladas o lluviosas invitan a permanecer más tiempo en casa y eso hace que nuestra mente viaje en el tiempo en busca de recuerdos tanto de momentos vividos junto a las personas que nos acompañan en nuestro día a día como recuerdos vividos junto a las personas que ya no están junto a nosotros y con las que vivimos momentos irrepetibles pero que por un motivo u otro no dejaron para siempre y solo el recuerdo que nos invade en estos días nos hacen sentir felices y a la vez apenados por su muerte pero que no por ello se han alejado de los más interno de nuestro ser.
Otoño, ese mes donde el sentir cada pisada bajo un manto de hojas secas y el chasquido de los árboles ventosos ante el inminente anochecer de una tarde de otoño donde el recuerdo invade nuestra mente y mil recuerdos corren hacia nosotros recordando a cada persona que perdió al menos a un amigo, una madre, un padre, un hermano que quedó por el camino pero hoy en una tarde de otoño nos hace más fuertes ante las miles de vivencias que disfrutamos junto a ellos.
Otoño, otoño, otoño que buenos recuerdos me traes en una tarde ventosa del mes de Septiembre.
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